LA POSIBILIDAD DE ELEGIR ENTRE EL POPULISMO Y LA DEMOCRACIA REPUBLICANA

Adolf Hitler le contaba a Néstor Kirchner que había un teléfono rojo en el infierno y que iba a hablar con el diablo para pedirle autorización para usarlo.
Rápidamente, fue y le pidió al diablo permiso para hacer una llamada a Alemania, para saber cómo había quedado el país después de su partida.
El diablo le concedió la llamada y habló durante sólo 2 minutos.
Al colgar, el diablo le dijo que el costo de la llamada internacional eran 3 millones de Euros, y Hitler le pagó.
Al enterarse de esto, Néstor Kirchner quiso hacer lo mismo para ver cómo había dejado a la Argentina, pero a diferencia de Hitler, Kirchner habló durante largas 3 horas.
Cuando colgó, el diablo le dijo que debía pagar cinco pesos.
Entonces Kirchner se quedó atónito, pues había visto el costo de la llamada por sólo dos minutos de Hitler a Alemania, así que le preguntó por qué era tan barato su llamado.
El diablo le respondió:
-«Es la tarifa que tiene. Es que con la cantidad de desocupados que hay, los jubilados con ingresos inferiores a los de los presos, los piqueteros que cortan las calles y rutas, la desnutrición infantil, la falta de justicia independiente, la altísima inflación, la espectacular corrupción del gobierno acompañada con impunidad, la inseguridad, la pésima calidad de la enseñanza, la increíble cantidad de dinero que se gasta en Aerolíneas Argentinas y el Futbol para Todos, los millones de dólares de la Provincia de Santa Cruz que nunca aparecieron, la valija de Antonini Wilson, la bolsa de dólares de la Micheli, el robo de tierras en El Calafate, los millonarios hoteles de la familia Kirchner con habitaciones vacías, el cepo cambiario, el enorme déficit fiscal, el clientelismo político, las elecciones con boletas de más de un metro de largo, las descaradas mentiras del INDEC, las protestas del campo, la devaluación constante de la moneda, el vaciamiento del Banco Central y de la caja de los jubilados, la destrucción de las economías regionales, la posibilidad de que Aníbal Fernández pueda ser gobernador de la Provincia de Buenos Aires, más los personajes como Boudou, De Vido, Moreno, D`Elía, Timmerman, Garré, Conti, Milagros Solá, Schoklender, Bonafini, etc, etc, etc… la Argentina está hecha un INFIERNO y, por lo tanto, de infierno a infierno, la llamada no tiene tarifa internacional, sino «local».

populismo para multitudes

MÁS ALLÁ DEL CHISTE
No hace falta conocer el buen chiste que describo arriba – que es bastante antiguo pero que se renueva con otros apellidos- para saber que sin muchas dudas la situación socio económica argentina actual es muy grave.
La elección primaria (PASO) fue hace apenas una semana pero por los acontecimientos que se sucedieron parece como si hubiera pasado un mes. Las inundaciones y la desprotección social de los afectados, las mentiras del Banco Central, el dólar arriba de los $15, las peleas en el oficialismo que presagian una escalada de violencia que nadie puede prever dónde terminará y, principalmente, la población empieza a tener cierta conciencia de que las elecciones nacionales de octubre vienen difíciles, tanto para la oposición como para el oficialismo, y que podrían llegar a ser una bisagra en el destino de la nación.

LA TRAMPA DE DUHALDE
En 1983, el peronismo perdió las primeras elecciones democráticas después de la dictadura militar. Ganó la UCR con Raúl Alfonsín recitando el preámbulo de la Constitución Argentina. En 1989, como consecuencia de la incapacidad radical en encauzar la economía, el peronismo volvió al poder de manos de Carlos Saúl Menem. En 1995 volvió a ganar, pero en la siguiente elección el peronismo perdió el poder en manos de una alianza forjada entre los radicales y partidos enrolados en la centroizquierda.
Vino la debacle económica -¡siempre la economía!- del 2001, la caída del gobierno de la Alianza, y la presidencia provisoria del peronista Eduardo Duhalde. Y fue justo en este período en el que se produjo la gran trampa electoral en la que la población argentina perdió la posibilidad de elegir entre populistas y demócratas republicanos. Fue en este período en el que Duhalde –viendo que su contrincante político, Carlos Saúl Menem, tenía grandes probabilidades de ganar el control partidario- decidió suspender las internas en el partido Justicialista obligando a sus facciones a ir divididos a la elección. Por un lado fue Menem y por el otro, Néstor Kirchner, apadrinado por el mismo Duhalde.
Cuando el primero ganó la elección con el 27% y Kirchner salió segundo con el 22%, la población se vio entonces obligada a ir al ballotage y tener que elegir entre dos peronistas. La cruda realidad mostraba un hecho triste por cierto: que la gente que rechazaba al populismo como forma de gobierno ya no tenía la posibilidad de elegir una política diferente, incluso con algún candidato de otro partido demócrata republicano aunque no le conformara plenamente.

ELEGIR ENTRE PERONISMO Y DEMOCRACIA REPUBLICANA
El resultado de las PASO del 9 de agosto pasado determinó claramente que el 25 de octubre las posibilidades presidenciales estarán entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. El tercero en discordia (el peronista Mazza) quedó a 10% de diferencia del segundo, un porcentaje imposible de remontar.
Esto podría llegar a permitir que, si hay ballotage, nuevamente la población argentina tenga la oportunidad de elegir entre un candidato peronista y uno demócrata republicano, repitiendo las experiencias de 1983 y 1999.
En esta ocasión, se da una coyuntura muy interesante, ya que debido a las características de sus candidatos, por primera vez el pueblo podrá decidir si se conforma con una política de asistencialismo estatal generalizado acompañado por un sistema de poder autoritario, similar a países como Venezuela, Cuba y Ecuador, o una política decididamente encaminada a promover las inversiones privadas sobre una base republicana y federal, más afín al de las naciones desarrolladas.
Nunca como ahora se hace más certera aquella afirmación de que cada pueblo tiene el país que se merece. En la madrugada del 23 de noviembre próximo sabremos qué tipo de nación querrá nuestro pueblo.

Enrico Udenio
15 de agosto 2015

Nota (1): La democracia republicana es un modelo político que propone y defiende la división de poderes, la libertad cívica fundamentada en la Constitución y las leyes, la participación ciudadana, los valores humanos y éticos, y su férrea oposición a la prebenda y corrupción de sus funcionarios.

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