LA POSIBILIDAD DE ELEGIR ENTRE EL POPULISMO Y LA DEMOCRACIA REPUBLICANA

Adolf Hitler le contaba a Néstor Kirchner que había un teléfono rojo en el infierno y que iba a hablar con el diablo para pedirle autorización para usarlo.
Rápidamente, fue y le pidió al diablo permiso para hacer una llamada a Alemania, para saber cómo había quedado el país después de su partida.
El diablo le concedió la llamada y habló durante sólo 2 minutos.
Al colgar, el diablo le dijo que el costo de la llamada internacional eran 3 millones de Euros, y Hitler le pagó.
Al enterarse de esto, Néstor Kirchner quiso hacer lo mismo para ver cómo había dejado a la Argentina, pero a diferencia de Hitler, Kirchner habló durante largas 3 horas.
Cuando colgó, el diablo le dijo que debía pagar cinco pesos.
Entonces Kirchner se quedó atónito, pues había visto el costo de la llamada por sólo dos minutos de Hitler a Alemania, así que le preguntó por qué era tan barato su llamado.
El diablo le respondió:
-«Es la tarifa que tiene. Es que con la cantidad de desocupados que hay, los jubilados con ingresos inferiores a los de los presos, los piqueteros que cortan las calles y rutas, la desnutrición infantil, la falta de justicia independiente, la altísima inflación, la espectacular corrupción del gobierno acompañada con impunidad, la inseguridad, la pésima calidad de la enseñanza, la increíble cantidad de dinero que se gasta en Aerolíneas Argentinas y el Futbol para Todos, los millones de dólares de la Provincia de Santa Cruz que nunca aparecieron, la valija de Antonini Wilson, la bolsa de dólares de la Micheli, el robo de tierras en El Calafate, los millonarios hoteles de la familia Kirchner con habitaciones vacías, el cepo cambiario, el enorme déficit fiscal, el clientelismo político, las elecciones con boletas de más de un metro de largo, las descaradas mentiras del INDEC, las protestas del campo, la devaluación constante de la moneda, el vaciamiento del Banco Central y de la caja de los jubilados, la destrucción de las economías regionales, la posibilidad de que Aníbal Fernández pueda ser gobernador de la Provincia de Buenos Aires, más los personajes como Boudou, De Vido, Moreno, D`Elía, Timmerman, Garré, Conti, Milagros Solá, Schoklender, Bonafini, etc, etc, etc… la Argentina está hecha un INFIERNO y, por lo tanto, de infierno a infierno, la llamada no tiene tarifa internacional, sino «local».

populismo para multitudes

MÁS ALLÁ DEL CHISTE
No hace falta conocer el buen chiste que describo arriba – que es bastante antiguo pero que se renueva con otros apellidos- para saber que sin muchas dudas la situación socio económica argentina actual es muy grave.
La elección primaria (PASO) fue hace apenas una semana pero por los acontecimientos que se sucedieron parece como si hubiera pasado un mes. Las inundaciones y la desprotección social de los afectados, las mentiras del Banco Central, el dólar arriba de los $15, las peleas en el oficialismo que presagian una escalada de violencia que nadie puede prever dónde terminará y, principalmente, la población empieza a tener cierta conciencia de que las elecciones nacionales de octubre vienen difíciles, tanto para la oposición como para el oficialismo, y que podrían llegar a ser una bisagra en el destino de la nación.

LA TRAMPA DE DUHALDE
En 1983, el peronismo perdió las primeras elecciones democráticas después de la dictadura militar. Ganó la UCR con Raúl Alfonsín recitando el preámbulo de la Constitución Argentina. En 1989, como consecuencia de la incapacidad radical en encauzar la economía, el peronismo volvió al poder de manos de Carlos Saúl Menem. En 1995 volvió a ganar, pero en la siguiente elección el peronismo perdió el poder en manos de una alianza forjada entre los radicales y partidos enrolados en la centroizquierda.
Vino la debacle económica -¡siempre la economía!- del 2001, la caída del gobierno de la Alianza, y la presidencia provisoria del peronista Eduardo Duhalde. Y fue justo en este período en el que se produjo la gran trampa electoral en la que la población argentina perdió la posibilidad de elegir entre populistas y demócratas republicanos. Fue en este período en el que Duhalde –viendo que su contrincante político, Carlos Saúl Menem, tenía grandes probabilidades de ganar el control partidario- decidió suspender las internas en el partido Justicialista obligando a sus facciones a ir divididos a la elección. Por un lado fue Menem y por el otro, Néstor Kirchner, apadrinado por el mismo Duhalde.
Cuando el primero ganó la elección con el 27% y Kirchner salió segundo con el 22%, la población se vio entonces obligada a ir al ballotage y tener que elegir entre dos peronistas. La cruda realidad mostraba un hecho triste por cierto: que la gente que rechazaba al populismo como forma de gobierno ya no tenía la posibilidad de elegir una política diferente, incluso con algún candidato de otro partido demócrata republicano aunque no le conformara plenamente.

ELEGIR ENTRE PERONISMO Y DEMOCRACIA REPUBLICANA
El resultado de las PASO del 9 de agosto pasado determinó claramente que el 25 de octubre las posibilidades presidenciales estarán entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. El tercero en discordia (el peronista Mazza) quedó a 10% de diferencia del segundo, un porcentaje imposible de remontar.
Esto podría llegar a permitir que, si hay ballotage, nuevamente la población argentina tenga la oportunidad de elegir entre un candidato peronista y uno demócrata republicano, repitiendo las experiencias de 1983 y 1999.
En esta ocasión, se da una coyuntura muy interesante, ya que debido a las características de sus candidatos, por primera vez el pueblo podrá decidir si se conforma con una política de asistencialismo estatal generalizado acompañado por un sistema de poder autoritario, similar a países como Venezuela, Cuba y Ecuador, o una política decididamente encaminada a promover las inversiones privadas sobre una base republicana y federal, más afín al de las naciones desarrolladas.
Nunca como ahora se hace más certera aquella afirmación de que cada pueblo tiene el país que se merece. En la madrugada del 23 de noviembre próximo sabremos qué tipo de nación querrá nuestro pueblo.

Enrico Udenio
15 de agosto 2015

Nota (1): La democracia republicana es un modelo político que propone y defiende la división de poderes, la libertad cívica fundamentada en la Constitución y las leyes, la participación ciudadana, los valores humanos y éticos, y su férrea oposición a la prebenda y corrupción de sus funcionarios.

EL ESTADO DEPREDADOR DETRÁS DEL RELATO BENEFACTOR

El Estado Nacional y Popular es la gran ficción por la que todo el mundo se esfuerza en vivir a expensas de los demás

Liberal Siglo XXIHace pocos días, Jorge Asís escribía en una nota publicada en su blog: “La oferta de centro resulta excesiva. La representación de centro izquierda es escasa. Y de la izquierda es mínima. El cuadro descripto acentúa la extinción culposa de la derecha. Extraño país (la Argentina) en el que ya nadie es de derecha. Salvo algún marginal que se disponga a provocar. Hoy hasta los empresarios impugnan el neo-liberalismo. No se habla en público de “libre mercado”, ni de privatizaciones, ni de clima de negocios. (…) La derrota de la derecha es semántica e ideológica. Sobre todo es cultural.”
Es cierto lo que dice Asís. Hoy se vive la preferencia ideológica hacia la derecha de una manera oculta. Recuerdo que 60 años atrás sucedía lo mismo pero con la izquierda. Salvo en las universidades y en algunos grupos intelectuales, no se podía expresar con claridad esa simpatía porque no era políticamente correcta ni generaba mayores adhesiones. Fue ésta una de las razones por las cuales a fines de los 60 y principios de los 70 gran parte de esa izquierda intentó infiltrarse en el peronismo porque dejaban de ser marxistas para pasar a ser peronistas reinventados como socialistas nacionales. Los mismos que hoy se autodefinen como nacionales y populares (nac & pop).
Y sucede algo similar cuando dejamos de lado el encuadre de derechas e izquierdas para enfocarnos en ideologías mucho más precisas: Los conservadores prácticamente han desaparecidos; los liberales son ninguneados; y los fascistas y comunistas defenestrados. En la práctica política la mayoría se dice del centro, algunos tirados un poco a la izquierda, otros a la derecha, pero casi todos defendiendo al Estado depredador detrás del relato de un Estado benefactor.

LA LIBERTAD ES LA BASE DEL ACTUAL SER HUMANO
Antítesis del populismo, las ideas liberales hoy siguen vigentes en el mundo desarrollado al sostener el concepto de que para determinar si una medida es buena o mala, se debe mirar sus consecuencias a largo plazo para toda la población, y no sólo las que tienen lugar a corto plazo para una parte de la misma.
Cuando en Francia, en 1748, Montesquieu dio a conocer su obra “El Espíritu de las Leyes”, iniciando un proceso revolucionario liberal que cambiaría todas las reglas de juego, político, económico, cultural y social existentes hasta ese momento, supongo que no imaginaba que en el siglo XXI, un mundo extremadamente distinto al suyo, continuaría con sus ideas, si bien modificadas una y otra vez al compás de los cambios demográficos y tecnológicos, manteniendo su misma base ideología: la libertad del individuo.
El marxismo, fascismo, nazismo, socialismo, nacionalismo, populismo latinoamericano, fundamentalismo religioso, anarquismo, son algunas de las numerosas experiencias que las sociedades vivieron en los intentos de cambiar, radicalmente o a través de reformas, todos o algunos de esos principios liberales.
No siempre el que sobrevive es el mejor, incluso, la historia del ser humano nos muestra que, en ocasiones, el que sobrevivió pudo haber sido el peor. Lo que podemos inferir es que, según el estudio de la naturaleza, los dinosaurios, a pesar de ser los más poderosos, desaparecieron, mientras que otras especies, en apariencia más débiles, sobrevivieron. La virtud fundamental de éstas fue que pudieron cambiar y adecuarse a las exigencias que imponía la misma naturaleza a través del paso del tiempo.
El liberalismo, bueno o malo, o mejor dicho aún, bueno y malo al mismo tiempo, demostró que durante casi 270 años fue el que más logró adecuarse a los cambios que el mismo ser humano impuso. Hasta el momento ha sido más pez que dinosaurio.

¿Y SI LLEVAMOS TRANSITANDO LA RUTA EQUIVOCADA DESDE HACE 60 AÑOS?
A principios de 2012, un grupo de jóvenes franceses decidieron propagar un video en el que osaban defender el concepto de la libertad individual.
Algunas partes del texto de ese video decían:
¿Y si llevamos transitando la ruta equivocada desde hace 60 años?
¿Y si dar siempre más espacios al Estado para dirigir nuestras vidas no fuera una buena idea?
¿Y si los ciudadanos fueran adultos libres y responsables, y no eternos adolescentes necesitados de una Mamá Estado para sonarle los mocos y de un Papá Estado para regañarles?
¿Y si multiplicar el número de cargos electos y burócratas para auscultarnos, para infantilizarnos, para saquearnos, para dirigirnos, no nos convirtió en más prósperos o generosos?
¿Y si dar cada vez más recursos al Estado para que se ocupe en nuestro lugar de nuestros cuidados, de nuestra jubilación, de nuestra vivienda, de nuestra economía, fue un error?
¿Y si cada vez más Estado no ayudara en verdad a los pobres sino al Estado mismo?
¿Y si el mejor remido contra la pobreza y el desempleo no fuera sólo redistribución, sino más prosperidad?
¿Y si la prosperidad no procediera más que de la acción de individuos libres y responsables y no de la planificación de una clase política que complica el trabajo y los intercambios?
¿Y si esta crisis no fuera una crisis del capitalismo liberal, sino una crisis del capitalismo de amigos de la corruptela política y social, consecuencia automática del intervencionismo excesivo del Estado?
¿Y si el Banco Central no fuera más que una inmensa máquina dedicada a transferir discretamente, mediante la inflación, los recursos de los pobres y de las clases medias hacia los Estados súper-endeudados y los grandes bancos?
¿Y si el dinero de los subsidios y de los estímulos no cayera del cielo, sino que procediera de nuestros bolsillos, y fuera mejor utilizados por nosotros mismos para consumir o invertir?
¿Y si el verdadero liberalismo no fuera combatido porque sea injusto e ineficaz, sino porque es la verdadera amenaza para aquellos que instrumentan el Estado para provecho propio?
¿Y si el colectivismo, incluso envuelto en bellas palabras de solidaridad, no fuera sino una ideología de sumisión, despilfarro, o apropiación legal?
¿Y si sacrificamos nuestra libertad y nuestra propiedad en provecho del Estado no hubiéramos ganado nada en seguridad o en solidaridad?
¿Y si la libertad individual, la responsabilidad individual y la propiedad individual bajo el amparo de la ley fuera el origen de nuestra prosperidad y el punto de apoyo de una sociedad armoniosa?
¿Y si llevamos transitando la ruta equivocada desde hace 60 años ignorando cada día más estos principios fundamentales?

Interesante texto que me hace pensar el hecho de que desde hace 28 años el peronismo, en sus distintas vertientes, viene gobernando la provincia de Buenos Aires, un territorio donde se ha intensificado la desigualdad, la miseria y la inseguridad en la que viven la mayoría de sus habitantes.
¿Y si llevamos eligiendo a los gobernantes equivocados desde hace 28 años?

Enrico Udenio
1 de agosto 2015

UN ANÁLISIS SOBRE LA ELECCIÓN PORTEÑA

Las opiniones de muchos analistas con respecto al resultado del balotaje de la Ciudad de Buenos Aires variaron entre señalar un gran fracaso del macrismo por no haber podido sacar una mayor diferencia sobre Loustau (ECO), y la ponderación del triunfo del PRO por haberle ganado a todo el resto del arco político presidenciable.
Sobre este tema surgen varios puntos:
1) Hay una gran cantidad de medios de comunicación que aprovecharon esa exigua diferencia para criticar la decisión del PRO por no querer negociar con Massa. Recordemos que, en su momento, presionaron infructuosamente para que eso se produjera. Ahora estos mismos círculos volvieron al ataque para forzar a Macri a realizar esa negociación. Insisten en que si Cambiemos concreta un acuerdo con el Frente Renovador, tendría bastante consolidado el triunfo sobre el kirchnerismo. Incluso algunos se atreven a pronosticar que este éxito se podría concretar en la primera vuelta con el 45% de los votos.
2) Tanto la UCR (Sanz) como CC (Carrió), sus socios en Cambiemos, respaldaron a Loustau con la esperanza de que un buen comportamiento electoral de éste los posicionara mejor en su interna ante el PRO.
3) La izquierda y casi todo el arco kirchnerista concretaron un voto “anti-Macri”, voto que de ninguna manera significa un apoyo a las propuestas de ECO.
4) La fecha del balotaje fue mal elegida por el PRO ya que se encimaba con el inicio de las vacaciones de invierno, hecho que claramente los perjudicaba por la segura menor cantidad de votantes que habría.

Macri

LA INFLUENCIA PSICOLÓGICA DE LAS EXPECTATIVAS
Todas las expectativas condicionan las sensaciones cuando se confrontan con la realidad. Por ejemplo, si esperamos que nuestro equipo de fútbol favorito gane por goleada a otro que es muy inferior pero luego obtiene la victoria por solo un gol de diferencia, será obvio que tendré una decepción y dudaré de la capacidad verdadera de mis jugadores.
Realizando una analogía, podríamos afirmar que si las encuestas sobre el balotaje porteño hubieran previsto una diferencia a favor del PRO entre el 1 y el 3%, sin duda que hoy los mismos analistas hubieran exaltado el triunfo de Larreta y afirmando la proyección nacional de Mauricio Macri.
¿Por qué los encuestadores cometieron tan grueso error? Podríamos tener dos explicaciones:
A) Todas las consultas arrojan, en general, un considerable porcentaje de indecisos cuyos votos son proyectados según las pautas y tendencias que se fijan. Ahora bien, ninguno de los encuestadores previó lo que para cualquier ciudadano se daba por obvio: que en la gran mayoría de los adherentes a las otras fuerzas iba a prevalecer el sentimiento “anti-Macri”. Incluso, almorzando pocos días atrás con la productora de uno de los mejores noticieros de la TV, ella insistía en que el ganador del balotaje iba a ser Loustau porque ya se sabía que casi toda la oposición lo iba a votar.
Volviendo a la analogía con el partido de fútbol, no se consideró que el equipo más débil se reforzaría con los mejores jugadores de los demás conjuntos. Si esto hubiera sido tomado en cuenta, entonces el triunfo –aunque sólo por un gol de diferencia- habría sido visto como todo un éxito.
B) Este balotaje era muy diferente a las experiencias de todos los anteriores. Cuando en el del año 2011, Macri venció a Filmus (FPV) con el 64% de los votos, sin duda fue gracias a esos votos prestados por gran parte del electorado porteño poco afín al autoritarismo de los Kirchner. Pero, en esta ocasión y por primera vez en la historia política del país, los dos que competían en segunda vuelta tenían afinidad entre ellos. Incluso, muchos de los partidarios de ECO forman parte de la coalición Cambiemos, que integran el PRO, la UCR y la CC. Recordemos las expresiones de varios de los opositores explicitando que votar por cualquiera de los dos era votar por las mismas ideas. Por lo tanto, era muy evidente que la proyección de los votos indecisos debía hacerse desde la motivación que daba la próxima elección nacional, y no la local. La deducción terminaba siendo obvia: mientras que con Loustau no pasa nada, Macri es el principal opositor presidencial de Scioli, Stolbizer, Sanz, etc.

LA REALIDAD DE LOS NÚMEROS
Si dibujamos un mapa electoral de la Ciudad de Buenos Aires desde la primera vez que Mauricio Macri inició su recorrido político, observamos que desde el año 2007 logró sostener a su propio electorado (entre el 45 y el 47%).
Además, superó el difícil trance que es para cualquier líder constructor de espacios, el pase del mando a un sucesor.
Pensar que Macri salió debilitado luego de que su equipo retuviera por tercera vez consecutiva el gobierno de una ciudad tan poco dócil como es la Capital Federal, es, a mi entender, negar la realidad de los resultados electorales.
Como dije en mi nota anterior (“Scioli al gobierno, Cristina al poder”), hasta hoy las nueve elecciones provinciales que se realizaron durante los últimos tres meses han dado los siguientes resultados: el 42,7% para Cambiemos (sumando los números de PRO+UCR+CC), y el 27,7% para el FPV.

Para ver cómo sigue esta historia, veremos el próximo 5 de agosto que nos deparan los votos de las PASO para la Provincia de Buenos Aires.

Enrico Udenio
21 de julio 2015

SCIOLI AL GOBIERNO, CRISTINA AL PODER

Mucha gente teme que este slogan se convierta en realidad. Tal como el de “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, se trata de propaganda electoral necesaria para unir a la militancia, pero termina siendo poco eficaz a la hora de retener el verdadero poder peronista: la caja del ejecutivo.
Se dice que la inclusión de Carlos Zannini como vicepresidente anuncia una posterior renuncia de Daniel Scioli para que ese poder vuelva a quedar efectivamente en manos de Cristina. Pero, ¿quién puede imaginar que el ex motonauta, un hombre que soportó estoicamente las furiosas embestidas de los Kirchner en su afán de echarlo de la gobernación de Buenos Aires, se convierta súbitamente en alguien que se somete al deseo del otro, y le deje el sillón presidencial a Zannini? Imposible. ¿O que con la caja en sus manos le pregunte a Cristina qué hacer con el dinero? Ridículo por donde se lo mire.
Por ello, salvo que lo asesinen (o que muera en un “accidente” porque nadie creería en un “suicidio” al estilo Nisman), los que probablemente terminarán renunciando o “transformándose” serán los actuales cortesanos K.
Por lo tanto, creo que debemos dejar de pensar en Cristina para empezar a preocuparnos por si el resultado de las elecciones termina siendo “Scioli al gobierno, Scioli al poder”.
Cristina y Scioli

LA LUCHA DENTRO DEL FRENTE PARA LA VICTORIA
Aunque Scioli tenga la caja no podrá evitar las consecuencias de la pelea entre el nuevo y el viejo poder. Sciolismo versus kirchnerismo. Ya tenemos mucha experiencia histórica del gran daño que estas luchas causan al entramado socio-económico del país. Daño que se agravará aún más en esta ocasión si recordamos que los Kirchner acostumbran a doblar la apuesta cada vez que perciben una derrota o una pérdida de su influencia.
Por otra parte, nuestra preocupación aumenta si pensamos que los problemas que enfrenta la república son gravísimos y que Scioli, a diferencia de Macri, no tiene en su portafolios demasiados éxitos acumulados como ejecutivo.

SCIOLI O MACRI, PARECEN SER LA ALTERNATIVA PRESIDENCIAL
Hoy las encuestas favorecen a uno u otro según quien sea el encuestador. Por lo tanto, debemos ser cautos y analizar el futuro electoral con los hechos consumados que nos dieron las PASO y las elecciones provinciales y municipales realizadas hasta ahora en los distritos más poblados, que son los que junto con la Provincia de Buenos Aires definen los resultados de una elección nacional. Entre los cinco tienen más del 70% del electorado que vota positivamente.
Según los escrutinios finales de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires, el 45,5% fue para Cambiemos (PRO+UCR+CC), y el 25% para el FPV (el kirchnerismo) Por supuesto, si tomamos en cuenta que la votación nacional se polarizará bastante, a estos porcentajes habría que agregarle parte de los votantes del cordobés De la Sota y parte del socialismo santafesino. Una vez que se realicen las PASO del 9 de agosto, sabremos cómo se podrían distribuir estos electores.

LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Este distrito absorbe el 37% del electorado total y su influencia es determinante. Recién el próximo 9 de agosto sabremos la verdadera tendencia de sus votantes. Ahora bien, si consideramos la última encuesta publicada ayer por el oficialismo a través de Telam, el FPV (con sus dos candidaturas a gobernador) obtendría el 45% de los votos mientras que Vidal (Cambiemos) el 25%.
Proyectando estos porcentajes sobre el total del electorado positivo de las últimas elecciones nacionales (año 2013), el kirchnerismo alcanzaría poco más de 3.900.000 votos mientras que Vidal lograría casi 2.200.000. Si sumamos estas probables cifras a las recientemente obtenidas en los otros cuatro grandes distritos, el FPV lograría 5.500.000 mientras que el PRO más sus aliados obtendrían 5.100.000.
Entonces vemos que de los más de 15.000.000 de electores que tendrían los cinco grandes distritos, Scioli conseguiría el 36,5% y Macri el 33,7%.
Ahora bien, las restantes 19 provincias ¿cuánto aportarían en votos a estos dos candidatos?

LAS OTRAS PROVINCIAS
De las restantes 19 provincias, las de Río Negro, La Pampa, La Rioja, Salta, Corrientes y Tierra del Fuego tuvieron recientes elecciones. Si comparamos sus resultados con lo obtenido en las nacionales del 2013, el FPV perdió cerca del 25% de votos mientras que los partidos políticos que componen la alianza Cambiemos, obtuvieron un aumento del 11%.
Si proyectamos estas cifras sobre la base del 2013, los restantes 19 distritos provinciales aportarían hoy a Scioli 1.900.000 votos, y a Macri 1.700.000.

EL TOTAL EN EL PAÍS
Según las cifras descriptas arriba, la suma en todo el país para la primera vuelta presidencial mostraría que el 36% de los votos positivos sería para Daniel Scioli, y el 30% para Mauricio Macri. El 30% restante se repartiría entre Sergio Massa, Margarita Stolbizer y los candidatos de la izquierda.
Como bien sabemos, para que el FPV pueda evitar el balotaje debería superar en esa primera vuelta el 40% de los votos y obtener, además, una diferencia de más del 10% sobre Cambiemos. Para ello, tendría que alcanzar el 55% de votos en la Provincia de Buenos Aires y esperar, además, que Vidal no logre llegar al 35% en este populoso distrito. Por lo visto hasta ahora, el FPV está muy lejos de conseguirlo.
Por ello, si no hay grandes cambios en la política y la economía durante los próximos tres meses, habrá balotaje entre Scioli y Macri. Y creo que en esta circunstancia, Mauricio Macri sería el elegido para ser el próximo presidente de la Argentina.
Para alegría de algunos y angustia de otros.

Enrico Udenio
14 de julio 2015

NO EXISTEN PODERES INDEPENDIENTES

Durante las últimas semanas se produjeron agresivos avances del gobierno nacional sobre el Poder Judicial. Esto ha generado impotencia y angustia en quienes temen que queden impunes tanto los hechos de corrupción como las transgresiones a la Constitución Argentina.
En verdad, no hay que tener temor de que esto pueda suceder pues una vez que el próximo 10 de diciembre Cristina Fernández de Kirchner deje la presidencia, se revertirá esta situación. Si los militares no pudieron lograr impunidad a pesar de tener todos los elementos de poder a su alcance, incluidas las armas, menos podrá lograrlo una porción minoritaria de la sociedad, como es el kirchnerismo, tanto sea que las elecciones nacionales a presidente las ganen Scioli o Macri.

NO ESTÁ MAL QUE HAYA JUECES POPULISTAS
No está mal que Cristina quiera poner jueces afines a su pensamiento populista. Así como hay jueces radicales, peronistas, conservadores y liberales, ella tiene el derecho de hacer el intento de poner jueces “kirchneristas”.
El problema está en que al no poder lograr este objetivo de manera legal, intenta hacerlo contra las normas constitucionales.
Por lo tanto, el conflicto no se encuentra en el deseo de tener jueces afines, sino en la forma en que quiere conseguirlo.
Desde ya, los Kirchner nunca aceptaron ideológicamente los límites que las constituciones imponen al Poder Ejecutivo. Si no lo hicieron con la provincial, cuando gobernaban la provincia de Santa Cruz, ¿por qué iban a aceptar de maneraJusticia ciega 2 republicana los términos que impone la nacional?
Con sus mismos actos, en todos estos años, han demostrado que cuando las sentencias judiciales no los favorecieron, no las acataron. Uno de los ejemplos más claros fue el incumplimiento de la sentencia de la Corte Suprema de la Nación en el caso del ex procurador de Santa Cruz, Eduardo Sosa. Recordemos que se trataba de un abogado que le ponía límites al poder K en su provincia.
En respuesta a esos límites, Cristina lo dijo bien claro en febrero pasado: “Este gobierno no permite que nadie le marque la cancha”.

LA IDEA PRIMITIVA
Buscando una explicación ideológica a esta postura anti-republicana, casi con seguridad podemos inferir que tiene su origen en el pensamiento de dar por cierto que no existen poderes independientes.
Según esta postura, tanto el legislativo como el judicial dependerían de poderes políticos y/o económicos, entendiendo que el único poder verdaderamente independiente sería el Ejecutivo, ya que accede al gobierno con el apoyo del mandato popular. Por supuesto, habría que aclararles que el pueblo, cuando elije un presidente, elije un administrador del estado nacional, no un dictador. La elección presidencial no significa darle la suma de todos los poderes al elegido.

LA JUSTIFICACIÓN
Ese pensamiento base deriva en una lógica conceptual: si el Poder Judicial no es en verdad independiente, entonces “el trabajo político a realizar es hacerlo dependiente de nuestro mandato. Es mejor que esté con nuestros intereses que con el de los otros”.
Creo que este esquema racional nos puede ayudar a entender el desparpajo de los kirchneristas cuando arremeten contra las instituciones republicanas.
Es que según ese entender, todos los intereses que no están firmemente adheridos al interés del Gobierno Nacional, no son intereses que hay que considerar, negociar y aceptar como partes integrantes y esenciales de una república, ya que se trata de enemigos de la voluntad popular.
Obvio, este concepto ideológico es básicamente totalitario ya que si pienso que cuando el pueblo me elije me da la potestad de hacer lo que me parezca mejor sin importar los intereses o ideales de los demás, asumo en mi persona la totalidad del espectro político e ideológico de una nación.
Por supuesto, siempre y cuando los que piensen así no sean minoría ya que, en esa circunstancia, se convertirán en republicanos fanáticos. Basta repasar todos los discursos que la actual presidente Cristina Fernández de Kirchner dijo cuando era diputada de la Nación, y parte de esa minoría, para descubrir su importante nivel de hipocresía.
De todos modos, no forma parte de nuestro trabajo ni es relevante interpretar psicológicamente a la presidente o buscarle alguna explicación ideológica al “vamos por todo”.
Nuestra obligación como ciudadanos es la de oponernos firmemente a que tengan éxito en la destrucción de las instituciones republicanas.

Enrico Udenio
7 de julio 2015

¿A QUÉ NÚMEROS SE REFIERE CRISTINA?

¿A QUÉ NÚMEROS SE REFIERE CRISTINA?

A pesar de estar expresamente prohibido por las leyes argentinas, la presidente Cristina Kirchner utilizó su última cadena nacional de radio y TV para realizar un acto proselitista a favor de las candidaturas Scioli-Zanini.
Durante su discurso enfatizó: «Quiero decir que sin los números, hermano, no vamos a ninguna parte, esto no es chamuyo. No se gobierna el país con chamuyo y globitos, sino con números y gestión, y de eso algo podemos decir«.
Esta frase resulta sorprendente ya que es de conocimiento público que desde el año 2006, el gobierno adultera los datos del INDEC (el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos).
Una interpretación psicológica podría delatar que Cristina, en su verborragia, deja al descubierto su inconsciente y nos permite descubrir la ironía que existe detrás de: “de eso algo podemos decir”.

Las justificacioneCristina con el dedos
Por supuesto que tanto ella como sus adherentes más fanáticos intentaron justificar esa constante adulteración. En un principio, el argumento fue “para pagar menos actualización de la deuda a los acreedores atados a las cifras del INDEC”. Después las explicaciones posteriores fueron alimentando todo tipo de delirio, como por ejemplo, que los datos aportados por distintas ONG y universidades, muy diferentes a los oficiales, eran parte de un complot para derrocar al gobierno.
Estas constantes excusas me hicieron pensar que el kirchnerismo consideraba que la veracidad de los datos estadísticos de una nación no tenía mayor incidencia en sus posibilidades de desarrollo socio económico, pues resulta más fácil mentir sobre aquello que se considera un asunto de poca importancia.
A la luz de los dichos de Cristina, parecería erronea esta suposición. Pues al expresar“quiero decir que sin los números, hermano, no vamos a ninguna parte” está demostrando que los responsables del gobierno nacional consideran esencial contar con datos y estadísticas veraces.
¿Entonces? Si sin ellos “no podemos ir a ninguna parte”, ¿por qué mintieron hasta ahora con los números y aún continúan haciéndolo?

La importancia que tiene contar con datos confiables
Para una nación, los números económicos y las estadísticas de todo tipo son imprescindibles para detectar lo que está pasando con su economía, educación, salud, justicia, empleo, pobreza, indigencia, etcétera. No sólo para fortalecer políticas públicas o corregirlas, sino también porque son esenciales para quienes quieren invertir sus ahorros en la bolsa de valores, industrias, cultivos agrícolas, construcción de viviendas, y tantos otros sectores de la estructura productiva.

Tomemos como ejemplo al resto del mundo.
En la mayoría de los países, los datos estadísticos cubren un campo vastísimo del entramado socio económico. Por ejemplo, desde las mediciones semanales sobre la confianza del consumidor hasta las devoluciones de productos industriales por fallas en su fabricación, no queda sector ni rubro sin cubrir.
Todos los días los inversores se fijan en esos números y los mercados responden en función de ello. Tan importante es esto que no hay muchos antecedentes de países que se hayan animado a falsear sus estadísticas. Saben que las consecuencias son nefastas. Argentina es una fiel muestra de ello.
Sin datos veraces la inversión privada desapareció mientras sus habitantes vivimos dentro de un manto de ignorancia y oscuridad.
Grecia también lo hizo. Mintió para poder ingresar al mundo del euro y luego se vio obligado a seguir falseando sus estadísticas hasta que Europa lo supo. Hoy sufre terribles consecuencias y su futuro es muy incierto.
Por ello, las palabras de Cristina Fernández de Kirchner no sólo estarían mostrando un nivel elevado de hipocresía, sino que nos sumergen en una ignorancia preocupante respecto de la exacta magnitud de sus mentiras.
No obstante esto, creo que lo peor de esta situación es que una parte de la población argentina no relaciona nuestros problemas socio económicos con la falsedad de los datos proporcionados por el INDEC. Se trata de una problemática cultural mucho más difícil de corregir que la de los números.

Enrico Udenio
27 de junio 2015

APUNTEN CONTRA EL LIBERALISMO

Gran parte del intelectualismo kirchnerista, cada vez más mimetizado con ese peronismo montonero que fue echado de la Plaza de Mayo por el mismo Perón antes de su muerte, odia al intelectual liberal, sea éste inclinado hacia la izquierda o hacia la derecha.

Los propios Kirchner lo detestaban –probablemente de manera inconsciente- por dos razones fundamentales:
a) Desde sus bases ideológicas, el liberalismo limita el poder de los gobernantes, algo que ni Néstor ni Cristina lo aceptaban por sus tendencias autoritarias en el ejercicio del poder, ya evidenciadas durante sus consecutivos mandatos en la provincia de Santa Cruz.
b) Los liberales crean condiciones socio políticas para el crecimiento económico –fueron los principales gestores del mundo moderno- a través del estricto respeto de las leyes, la facilitación de las inversiones y la búsqueda de los incrementos de productividad.

Este tipo de desarrollo implicaría perder el clientelismo político, factor esencial en los programas populistas que buscan asegurarse votos cautivos. Recordemos que cuanto más genuino e independiente del Estado es el progreso material de las personas, disminuye la importancia de los punteros, los subsidios y el clientelismo. El liberalismo ha sido siempre, por su propia filosofía, una traba para el uso electoral de los pobres.

MAS PEZ QUE DINOSAURIO

“Mi claridad al hablar hace que me odien, y ese odio no es más que la demostración de que estoy diciendo la verdad.” Sócrates (A.C. 469-399) Filósofo griego y figura casi mítica de la historia.

El liberalismo fue el principal motor de la gran evolución social y económica experimentada por el hombre. Cuando en Francia, en 1748, hace ya más de 260 años, el barón de Montesquieu dio a conocer su obra “El Espíritu de las Leyes”, iniciando un proceso revolucionario que cambiaría todas las reglas de juego, político, económico, cultural y social, existentes hasta ese momento, supongo que no imaginaba que en el siglo XXI -un mundo extremadamente distinto al suyo- las ideas liberales continuarían vigente.El marxismo, bonapartismo, fascismo, nazismo, socialismo, nacionalismo, populismo, fundamentalismo religioso, anarquismo, son algunas de las numerosas experiencias que las sociedades vivieron en los intentos de cambiar, radicalmente o a través de reformas, todos o algunos de esos principios liberales.

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EL HÉROE FRUSTRADO

La Argentina ha intentado, a lo largo de gran parte de su vida como nación independiente, seguir un camino demoliberal capitalista pero, de manera paradójica, sus gobernantes y su población se han encargado de quebrar, sistemáticamente, los principios básicos que sostienen la estructura de este sistema: la propiedad, las reglas del mercado, el capital, el trabajo y las leyes.

Entonces, ¿desde qué lugar se les puede ocurrir a los argentinos que el capitalismo puede funcionar si horada sistemáticamente sus bases?
En numerosos ensayos político-económicos y en los medios de comunicación se hace frecuentemente referencia al alto grado de pragmatismo de las sociedades, incluida la argentina. En realidad, el pragmatismo, dentro de la esfera de las ideologías, se aplica a diario en todos los países desarrollados, pero hay una diferencia conceptual entre cómo se aplica en ellos y cómo se da esto, en general, en los países de Latinoamérica y, en particular, en la Argentina. Ninguna de las medidas pragmáticas que se llevan a cabo en esas naciones del mundo desarrollado modifican la base del sistema ideológico que han definido en sus respectivos gobiernos pues siempre dejan intacta la columna principal que sostiene a toda ideología: una relación compacta e indisoluble que existe entre las leyes y la economía en una nación, relación que tiene que estar organizada en base a reglas de juego claras y coherentes.

En cambio, en Argentina, el pragmatismo es básicamente el pasaporte a la constante confusión. Al cambiar las leyes o el sentido de las mismas según el poder político de turno, sin importar si éstas apoyan o no el sistema de producción económica establecido, ha dado como resultado, a través de los años, a un injerto perverso que proporciona ganancias sólo a quienes están muy acostumbrados a este “desorden” y conocen sus códigos o a aquellos vinculados al gobierno que pueden sacar provecho de esa relación.
Por Enrico Udenio

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SALVADORES Y CARCELEROS

Es un tema apasionante analizar el fenómeno latinoamericano de los gobiernos populistas en algunas naciones de la región. ¿Qué significan? ¿Por qué se mantienen aunque no logren una sustancial mejoría en las condiciones de vida de sus habitantes?
Hoy podríamos afirmar que se trata de un populismo que propaga un discurso aparentemente progresista y presuntamente nacional y que es proclive a aceptar los regímenes totalitarios siempre y cuando respondan a los ideales incubados en un indoamericanismo de izquierda.
¿Pero cómo se puede calificar a aquellos gobernantes que habiendo sido elegidos por una mayoría popular gobiernan con absoluta prescindencia de la opinión y control de las minorías? ¿Son demócratas o dictadores?
Para algunos, son demócratas porque son los representantes legales de una población, por tanto, sus acciones de gobierno están consolidadas por el respaldo que les da el resultado electoral. Para otros, son dictadores de facto detrás de un escaparate democrático.
En realidad, parecerían ser ambas cosas al mismo tiempo.Por Enrico Udenio

 
SALVADORES Y CARCELEROS

Este tipo de populismo se hace presente en muchas de las naciones latinoamericanas, desde el cono sur con la experiencia peronista argentina hasta el norte con las sucesivas décadas de gobiernos del aprismo mexicano, en los cuales el apoyo popular y la validez democrática fueron utilizados para hacer trizas al sistema republicano, no respetando ni a las minorías ni a las instituciones.

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LA ILUSIÓN DEL ESTADO DESEADO

 Apenas cumplidos mis 18 años de edad ingresé a la Facultad de Economía y, al poco tiempo, quedé fascinado con la doctrina marxista. Cuanto más la estudiaba, más me convencía de estar ante un sistema que liberaría al ser humano del consumismo y la presión competitiva que imponía el capitalismo, y que le brindaría una mejor condición de vida. Mis padres, que eran lo que podría llamarse apolíticos, me escuchaban con atención pero sin emitir palabra. Un día, mi madre rompió su silencio y me habló de los miembros de nuestra familia que no habían podido, como nosotros, dejar Rumania, mi país de nacimiento. Mis padres, mi hermano y yo, por ser italianos, habíamos logrado salir, no sin esfuerzo, a fines de la década del 40, pero el resto de la familia no tuvo la misma posibilidad porque el gobierno comunista se lo impidió.
Mi madre me entregó las cartas en las que nuestros parientes daban cuenta del sufrimiento, la censura y sensación de esclavitud. Aún recuerdo algunas líneas: “no manden nada dentro de las cartas porque no lo recibimos ya que las abren (…) “nos han castigado porque Agop (el marido y jefe de familia) se negó a afiliarse”, son apenas pequeños ejemplos de la desesperación y tristeza anidada en ellas.

Por Enrico Udenio

Fue entonces que comprendí que una cosa podían ser las teorías y otra muy diferente llevarlas a la práctica.

LA TEORÍA

“El comunismo es la corrupción de un sueño de justicia.” Adlai  Stevenson (1900-1965). Político norteamericano. Secretario de Estado del presidente John F. Kennedy.

Desde el momento en el que mi madre me presentó aquella realidad tan diferente a la de mis fantasías, adquirí el hábito de analizar las teorías conjuntamente con sus posibilidades de aplicación práctica.
Pongamos como ejemplo a las Constituciones de los países que regulan y establecen las formas de convivencia de las poblaciones. Estas son documentos teóricos que no garantizan resultados si no se aplican de la manera adecuada. Puede que en algunas naciones con Constituciones modernas, que se articulan de manera orgánica con la realidad, pocos la acaten y, en cambio, en otros países cuyas Constituciones datan de dos siglos atrás sean rigurosamente respetadas. Incluso hay naciones que sin siquiera tener ese documento maestro respetan reglas tácitas de convivencia basada en los usos y costumbres, como sucede en Gran Bretaña. 
En la Argentina, el discurso estatista tiene muchos adherentes, tanto desde el oficialismo como desde los referentes de la izquierda y de la derecha nacionalista argentina. Este panorama ideológico amerita dedicarle algunas reflexiones.

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